DIFERENCIAS ENTRE LA AMANTE PERFECTA Y LA ESPOSA INFELIZ.
La amante
No “clama” amor… se contenta y es pone feliz con lo poco o mucho que recibe… siempre buscando dar aún más que su compañero… le encanta ser y disfruta siendo simplemente mujer, compañera, amante, enfermera, psicóloga; dulce, paciente, entregada, comprensiva, generosa, conoce cuándo tiene que hablar, cuándo permanecer callada… sabe lo que su pareja necesita con sólo mirarlo a los ojos.
La esposa
Suele pasar su vida luchando y exigiendo ser amada… pero no hace nada por merecerlo… normalmente se preocupa más por recibir que por dar… No quiere reconocer el significado de todo lo que es capaz de dar una amante… y, mucho menos, no está dispuesta a darlo… ya no le interesa saber lo que su marido necesita… sólo piensa lo que ELLA necesita…
La amante
Es la que rechaza intensamente o ama a plenitud… no conoce términos medios… no le teme a nada y es capaz de ir a grandes extremos para hacer plenamente feliz al hombre que ama… es la que es capaz de aceptar grandes retos y sufrimientos causados por la ausencia, la distancia, las separaciones. Siempre y cuando esté segura de que no ama en vano y sienta su amor correspondido con la misma intensidad.
La esposa
Es capaz de fingir amor o afecto por su marido con tal de seguir viviendo un presente cómodo y sin preocupaciones… es la que puede vivir eternamente al lado de u hombre al que ya no ama, sólo por el temor de no poder enfrentarse con la incertidumbre de un futuro desconcertante y desconocido
La amante
Aquélla que siempre pone en primer lugar al hombre que ama, y ella y todo lo demás permanece en segundo término.
La esposa
Piensa siempre primero en sí misma… después en su familia y en el mundo que la rodea… y, al final, en su marido…
La amante
Siente profundo agradecimiento por cada momento, cada rato, cada día, cada noche que su pareja le regale.
La esposa
Quien piensa que se merece y exige – sólo por el derecho de tener un papel firmado – una vida entera dedicada a ella…
La amante
Encuentra su placer en la felicidad de un segundo… un minuto… una hora compartida con su pareja
La esposa
Quizás haya pasado toda una vida al lado de su marido… y no se da cuenta de los posibles momentos de felicidad que ha desperdiciado… no es capaz de brindarlos… y, mucho menos, de saber o querer compartirlo.